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martes, 2 de diciembre de 2008

Los Ninja no saben bailar el chiqui chiqui.

Un ex profesor del IESE de 75 años de edad explica en un lenguaje llano y coloquial la crisis en la que estamos inmersos.

Leopoldo Abadía está en el centro de un huracán informativo y danza de plató en plató después de publicar en su blog un artículo que titula como “La Crisis Ninja” y que resume los diferentes pasos que han marcado el evolucionar de esta bola de nieve de tan radicales y pésimos resultados económicos y sociales.

Este hombre con aspecto bonachón tipo abuelo werthers original, dejó la enseñanza hace 15 años para dedicarse a la consultoría fundando y presidiendo en la actualidad Grupo Sonnenfeld. Un buen día escribió un artículo que distribuyó inicialmente entre sus empleados por correo electrónico y que empezó a correr como la pólvora hasta que al cabo de unos días, 'la crisis ninja' era objeto de apasionados debates en diferentes foros de Internet.

Aconsejado por su hijo, puso en marcha una web a modo de diccionario terminológico ligado a la "Crisis ninja", creó su propio blog, un canal propio en You Tube donde figuran sus apariciones en TV, un de momento incipiente grupo en facebook con 1.500 miembros, un diario electrónico le ha fichado como articulista y una editorial le ha encargado un libro.

Este crack de fácil narrativa vehicula la descripción de los sucesos intercalando los hechos reales con sencillas anécdotas vinculadas a una caja de ahorros imaginaria, la caja de San Quirico (inspirada en la localidad barcelonesa de Sant Quirze de Safaja), cuyos clientes confían su dinero sin tener ni idea de que al otro lado del Atlántico se empieza a prender las mechas de esta enorme hoguera en las que las "hipotecas subprime" han servido de buena leña para que todo empiece a prender con gran facilidad después de ser ofertadas sin mayores problemas a clientes "ninja" ('No Income', 'No Jobs', 'no Assets'); o sea, sin ingresos, sin empleo fijo y sin propiedades.

Ya le piden consejo empresarios de medio mundo y parece que se dedicará a escribir un libro para relatar este desaguisado actual. De momento yo estoy enfrascado en la lectura de un resumen publicado en su blog (que puedes descargar en formato PDF) y que en escasas 57 páginas te hace comprender lo inconprensible y desdramatizar lo dramático.

Me quedo con una de las frases lapidarias que incluye el PDF y que Leopoldo dice que no es suya (repite una y otra vez que lo que hace es simplemente resumir lo que lee y escucha versus la crisis) y en la que invita a que "quien tenga una buena noticia que dar, que lo haga".

Su hijo Gonzalo ya le ha bautizado como el "Chiqui Chiqui económico"; ya solo falta enseñar clases de baile a estos ninja kamikaze.

Me encantan los guiños optimistas de este hombre; seguro que esto es una buena ayuda para sacar el mejor resultado posible a esta situación adversa con la que la mayoría poco o mucho lucha a diario.

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