Asumamos cuanto antes que los paradigmas de la comunicación
han cambiado para hacer trizas modelos clásicos y secuenciales como el modelo
AIDA (Atención, Interés, Deseo, Acción).
El proceso de compra está en hirviente actividad, nada es definitivo. Cierto que todavía se está cociendo, pero los social media, smartphones, tablets… y su popularización y utilización masificada por la sociedad, han agitado tan fuerte la coctelera, que es difícil reconocer el jarabe que las marcas/empresas intentan palatar, para cutomizar después sabrosos elixires con los que embriagar a sus consumidores.
En Territorio Creativo, Fernando Polo afirma que hemos pasado del convencional embudo a algo más parecido a un pinball.
Coincido de pleno con él en que “El viaje no es un continuum, ni mucho menos. Pasa por fases, encuentros y desencuentros, momentos de la verdad. La compra va a trompicones. Existen puntos de contacto (on y off), opiniones conocidas y desconocidas, información comercial controlada por la empresa, y otra no controlada, intentos de compra, devoluciones, recurrencias, abandonos, …”
“La compra es un viaje en red y las marcas se esfuerzan por mantener la bola (nos empeñamos en llamarles “consumidores”) en movimiento. Pero el caos es impredecible y es difícil mantener en juego la bola y que no se vaya por el agujero antes de alcanzar el momento mágico de la compra.”
No os perdáis este magnífico vídeo con el que han ilustrado este paralelismo del pinball y que viene a aportar el punto de vista de Territorio Creativo sobre el #showrooming y la compra actual, todo ello mediante un ejemplo muy gráfico.
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