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viernes, 5 de octubre de 2007

Golf llevado al absurdo

El otro día teníamos una discusión sobre los metros que hacía Tiger Woods con si drive y que metros alcanzaba de distancia (que vamos a hacer, somos así de frikis del golf).

La cosa se fue un tanto de madre hablando de distancia estratosféricas por lo que he ido recopilando información para aclarar un tanto el dilema ya que las palabras se las lleva el viento (y sino que se lo pregunten a Escarlata O’hara).

Si bien es cierto que Tiger es el nº1 del mundo con diferencia, en lo que respecta al apartado de pegadores sólo ha logrado el 53º drive más largo con 360 m. (datos de circuito 2006). Eso sí, analizando la media de sus drives, es el 6º del mundo con 280 m. (a 12 metros de media del primero; Bubba Watson (292 m. de media).

Teniendo en cuenta siempre golpes efectuados en competición y, por tanto, con la hierba frenando mucho más la bola, Davis Love III posee la plusmarca de drive más largo en el circuito americano, con 435 metros.

Si hablamos de exhibiciones montadas específicamente para marcar records Guiness, el pasado mes de abril, sobre la pista de un antiguo aeropuerto en Wroughton (Inglaterra), organizado por el London Golf Show, Slater se superó a sí mismo batiendo el récord que había logrado en el 2005 con 658,3 metros sobre la pista del aeropuerto de Londres-, y que nuevamente batió alcanzando los 808 metros.


Si lo que queremos es hablar con propiedad de drives estratosféricos, nunca mejor dicho, flipar con el siguiente golpetazo. Esta vez, el adjetivo no es una forma de exaltar el golpazo de un gran campeón, sino la realidad del drive más largo de la historia, ejecutado desde el espacio, a 354 kms. sobre la Tierra, por el ruso Mikhail Tyurin, golfista por un día con su colega español Miguel López-Alegría como improvisado caddy (de que si no iba a hacer el españolito), ambos astronautas de la Estación Espacial Internacional.

"¡OK, allá va! Ha sido un golpe excelente y ha ido bastante lejos", exclamó con humor ruso del bueno Tyurin tras enviar la bola al más allá con 77 minutos de retraso sobre el horario previsto. Una disfunción en el sistema de refrigeración de su traje espacial aplazó la salida al 'campo' de Tyurin y López-Alegría y, una vez en el exterior, 'golfista' y 'caddy' necesitaron 16 minutos más para preparar el golpe, ejecutado desde un tee especial (eso en un campo de golf tradicional te vale una amonestación del caddie master y dejar pasar a 4 o 5 grupos de detrás de ti). Guiado por los controladores, el ruso, de 46 años, dio el golpe a una mano para contrarrestar los efectos de la ingravidez al tiempo que el español, de 48, le agarró para ayudarle a mantener el equilibrio (nueva y curiosa tarea para un 'caddy').Los cálculos de la directora de paseos espaciales de la NASA, Holly Ridings, se estimaron en un viaje de 1,6 millones de kms. en los dos o tres días que la bola resistirá antes de desintegrarse. Con la cautela necesaria en una experiencia como ésta, tal previsión se traduciría en unas 40 vueltas al planeta azul y en una velocidad aproximada de la bola de ocho kilómetros por segundo o, lo que es lo mismo, 28.800 km/h. De hecho, la exhibición se demoró varios meses hasta que se encontró la bola ideal, que lleva incorporado un emisor que debería permitir fijar su trayectoria.

De momento yo me doy con un canto en los dientes con mi drive más largo personal por el momento.

Fue de 225 m. en el hoyo 8 (par 5) del golf de Taradell, en la primera vuelta del recorrido, saliendo desde marcas rojas (a 377 metros de bandera). Además de salir un tiro recto como una flecha, tuve la gran surte de que la bola botara justo en la parte superior de un repecho que hay a media calle y todavía rodara más de lo normal (todo hay que decirlo, que aquí el Minu es un aficionado de tres al cuarto).

Anecdótico queda el golpe de Mike Austin, que tiene el récord de haber pegado el drive más largo de la historia en un torneo profesional (ya fallecido a los 95 años).

El récord en cuestión lo consiguió en 1974 a los 64 años con un drive de 515 yardas (471 metros). La proeza fue realizada con un driver de persimón, varilla de acero y una bola balata en el U.S. National Senior Open en las Vegas.

Aunque seguro que botó en un caminito de buggies de cemento y luego una ardilla le metió una patada del quince a la bola, de todas maneras, inhumano el drive que se pegó el viejete.

1 comentario:

  1. Anónimo12:43 p. m.

    Yo tengo otra idea para añadir a la discusión, ¿podríamos montar un campeonato de distancia por golpe de drive desde GRAN VALIRA? Si lo hacemos en invierno podríamos aprovechar y esquiar un poquito!

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